EL SYLLABUS DUBITATIVO


Alzó al tras luz la transparencia para que su compañera de trabajo pudiese ver el guión. - Ves, Sandra, tenemos la introdución con los apartados a), b), c)... Se puso roja al notar que una interrogación se había adherido a uno de los puntos. Sopló con disimulo y desapareció, no había quedado huella. Después de decidir cuáles incluirían para la charla, se fue rápidamente a su casa. Abrió el maletín y revisó una por una las diapositivas. En todas las copias aparecían unos símbolos ensortijados. Sopló de nuevo para liberarse de ellos, pero esta vez no desaparecieron, estaban impresos. ¿Pero cómo no se dio cuenta antes de esos errores? ¿ Quién pudo hacerlas sin mencionar tal barbaridad ?, exclamó en voz alta. Era muy tarde, ya habían cerrado, no podía ir a la fotocopiadora a quejarse. Ella misma había entregado los originales en papel para que los pasasen a transparencias. Sólo tenía ésas. Nunca pensó que le entregarían un trabajo defectuoso. ¿Qué puedo hacer para disimular esas interrogaciones que aparecen en todas las filminas?, se repetía. Maquinó posibles soluciones: - Y si les pego algunos adhesivos quizás no se transparenten al ponerlas en el retroproyector, se animó a decir. - O si convierto las frases enunciativas en interrogativas, quizás podría darle algo de suspense a la charla, musitó. Las fue colocando contra el cristal de la ventana y localizándolas una a una. Les pegó círculos rojos, amarillos, verdes, azúles, y, se le acabaron sin llegar a cubrirlas todas. -Imposible, no puedo arregalar este desaguisado esta noche. La charla es mañana temprano y no voy a conseguir eliminar tantos errores, terminó contándose el problema en voz alta. Decidió acostarse para que entre sueños se le ocurriese alguna solución. Amaneció más temprano de lo que hubiese querido, sin resolver nada y con un sueño atroz. No había pegado ojo y el problema seguía amenazándole. Volvió a revisar su maletín, para cerciorarse de que era verdad, y comprobó que las malditas interrogaciones seguían allí. Leyó una frase en alto: -"The Syllabus is based on..." , y aparecía el ensortijamiento. Con una rabia incontenida, cogió un rotulador y añadió: -"If the Syllabus is based on...?, garabateó algo parecido a una interrogación, la miró para ver el resultado. Quizás esa duda le ayudaría a darle a la charla un contenido hipotético. - Claro, esta es la solución, se dijo convencida. Se duchó, tomó café a sorbos, y se vistió en un santiamén. Pasaría por las tiendas de los chinos para comprar más adhesivos, y los iría pegando en aquellas frases que no pudiesen ser reconvertidas en interrogativas. - Mierda, ¿ sólo hay pokemons, ciruelitas, animalitos y figuritas infantiles ? increpó al chino. -¡ Deme algo más serio hombre, es cuestión de vida o muerte!, terminó gritándole. Él, con los ojos aún pegados de sueño, la miró asustado. -No tenemos otlos,... las ciluelitas son pleciosas...consiguió decir el chino como un trabalenguas. - Bueno, como la charla va sobre el inglés en los primeros cursos, a lo mejor le irán bien esos motivos infantiles, se consoló. Cogió un taxi, era tarde, se había entretenido mucho con las compras. Trató de tranquilizarse pensando que a lo mejor no tenía que mostar las transparencias si se quedaban cortas de tiempo, y como su compañera era la primera en hablar, a lo mejor ella se salvaba de la quema. Al entrar en el salón de actos, ya había algunas personas madrugadoras cogiendo sitio. -¡Qué sala tan grade, espero que no se llene!, se dijo por lo bajo. - Por consiguiente, ésta ha sido mi aportación a la programación de inglés, y creo que mi compañera, les podrá ilustrar con muchos más detalles por medio de las transparencias..., dijo Sandra mirándola al terminar su exposición. Todavía estaba pensando como eludir la responsabilidad que ya le tocaba afrontar. Miró a la sala, estaba de bote en bote, algunos de pie y con la vista fija en el retroproyector. -Alguna pregunta antes de exponer la segunda parte, se aventuró a decir con voz temblona. Nada, el silencio más absoluto. Segura de que iba a padecer el bochorno más grande de su vida, cogió una filmina nueva y comenzó a escribir: "LAS PONIENTES DE ESTA CHALA, HAN DECIDIDO EXPONERLES LOS GÉRMENES DE ESTA REFORMA EDUCATIVA...", y como una posesa, comenzó a colocar al tun tun, todas las transparencias que pudo, aquellas que tenían fotocopiados más vellos púbicos, las mostró como un desafío, como un desahogo, y para liberarse de su agonía, pronunció en voz alta y grave: - He aquí el engendro del nuevo programa de inglés, y agregó, -cómo podrán ver en las hojillas que les han entregado, donde están nuestros nombres, en vez de "PONENTES", nos han colocado el participio del verbo poner, como si fuésemos gallinas "PONIENTES O PONEDORAS" y por lo tanto, somos las madres putativas de este aborto, terminó desgañitándose. Las risas fueron estrepitosas, con abucheos, pataleos, y algunos avioncitos volaron sobre ellas. Voces airadas se levantaron diciendo que si la reforma educativa de inglés iba a ser un engendro lleno de vellos púbicos, ellos explicarían en clase lo que les saliese de los huevos, o de los ovarios, dijeron ellas. Se despertó sobresaltada, todavía le resonaban las voces de los profesores. -Ufff, todo ha sido una pesadilla, balbuceo con la garganta totalmente seca. No podía imaginarse tanto escándalo en El Ministerio de Educación y Paciencia, además les habrían sancionado por transgresoras y les habrían puesto un expediente para separarlas del cuerpo de enseñantes. Se levantó como una sonámbula, fue al despacho, abrió el maletín y comprobó que todo estaba en orden. Ningún pelo de cuca, como se les llama vulgarmente, estaba fotocopiado en las transparencias. Todo Había sido una jugarreta de su imaginación. Los sueños son muy traicioneros, pensó. La charla transcurrió con monotonía, los profesores hicieron algunas preguntas incidiosas, pero por fortuna, no quedó tiempo para explicaciones muy extensas. El público se fue lentamente, y ellas se quedaron recogiendo el material. Como era de esperar, el jefe del departamento les invitó a la comida que iban a tener con los otros colegas. En la gran mesa, la vajilla, cubertería, y la cristalería ya estaba colocada. Todos hablaban muy animados sobre los proyectos de sus respectivos departamentos. A Sandra y a ella, las habían colocado a ambos lados del jefe de departamento de inglés. Vino el camarero y unos pidieron vino blanco, otros tinto, y cerveza el resto. Estaba colocada justo enfrente de la puerta principal del restaurante, al abrir un cliente, se creó una corriente de aire, y vio alucinada como un ligero tirabuzón volaba sobre las copas cercanas. Sopló para apartarlo y que no cayera sobre el mantel blanco. Nadie se había dado cuenta, fumaban, brindaban y estaban absortos en sus planes de reformadores de la enseñanza de las lenguas modernas. El vello púbico, voló sobre su copa, pero no le cayó a ella, dio un giro de lado, y se posó en el borde de la copa del jefe del departamento. Éste, hablaba mirando a Sandra, y no se dio cuenta del aterrizaje. Sorbió un trago de vino y lo paladeó, acto seguido, se llevó el dedo índice al labio inferior. Miró el vello púbico, y sin inmutarse, se lo sacudió disimuladamente, mientras aconsejaba a Sandra que continúase con el doctorado sobre la investigación en lenguas extranjeras porque era un campo con futuro para lo que ella estaba muy preparada. No se podía creer que su sueño había sido premonitorio. NOTA: El término "Syllabus", es una palabra inglesa que significa programación en español, pero los profesores pedantes y progres lo usan para alardear de sus conocimientos lingüísticos. "Dubitativo", todos sabemos lo que es, por lo tanto, la charla tendría que haberse titulado: ¿LA PROGRAMACIÓN INTERROGATIVA O LOS INTERROGANTES DE LOS PLANES?

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